Además, ante la rotación que existe en el uso de una máquina, cualquier nuevo operario debe poder entender de forma muy simple y visual cómo interactuar con ella. Por lo que se trabajó en crear una experiencia muy clara e intuitiva. En la fase de UX se adaptaron los patrones de usabilidad web a las pantallas táctiles. Y lo hicimos, por ejemplo, desde la creación de elementos más grandes y con mayor distancia entre ellos, definiendo una zona clicable más ancha que el diseño del ícono en sí, o creando pull downs y menús durante toda la navegación.
Posteriormente, se testearon los wireframes realizados para poder detectar las zonas de mejora. También se realizaron tests en remoto para usuarios internacionales –americanos, australianos y japoneses– para validar que las pantallas funcionaban de forma óptima en todos los mercados.
Una vez realizados los ajustes detectados en los test, se diseñaron las pantallas. También se diseñaron los íconos de todas las máquinas, entregando finalmente un UI Kit y un sistema de diseño, para lograr una coherencia de diseño que debía cumplir con los colores, cuerpo, tipografías, iconos y elementos interactivos, con mínimas modificaciones (provenientes de si el dispositivo es touch o click).
El proyecto se presentó al equipo de desarrollo en una sesión técnica en la que también les dimos nuestras recomendaciones sobre qué tipo de pantalla debían usar para sacar el máximo provecho de la nueva experiencia diseñada, con todas sus funcionalidades.